Para organizar un buen entrenamiento, es necesario ser capaz de comunicarse bien con los jugadores.
La comunicación es más compleja que el habla, es un proceso entre personas, una cuestión de sensibilidad y capacidad. Y sólo puede darse si existe el deseo y la habilidad de comunicarse.
Comunicarse bien es un proceso continuo, algo sobre lo cual todo entrenador debe trabajar constantemente.
Una de las grandes diferencias entre los grandes entrenadores y los amateur, es su capacidad para comunicarse con sus jugadores y su equipo técnico.
Las características de una buena comunicación son:
Comunicación abierta.
Comunicación positiva.
Comunicación clara.
Comunicación abierta.
La comunicación abierta consiste en personalizar lo que se dice, además de establecer una retroalimentación con el interlocutor/es. Dicha comunicación anima a los otros participantes a hacer lo mismo y así establecer una comunicación en ambos sentidos (bidireccional), que es la esencia de una
buena comunicación.
Personalice lo que usted dice.
Si personalizas lo que dices, compartirás más de usted mismo con los jugadores y obtendrás como resultado un mayor significado y un efecto positivo en su conducta.
Para personalizar lo que dices, empieza las exposiciones con frases como: "me parece que..." o "en mi opinión..." y responda a lo que los jugadores dicen con frases como "lo que me dices es es...", “lo que escuché...”
Establecer la retroalimentación.
La retroalimentación es el proceso que permite obtener información que es esencial para reorientar el desarrollo del entrenamiento. También te servirá para verificar qué es lo que los jugadores están entendiendo; pídeles
que aclaren los puntos importantes y anímalos a preguntar, así reducirás la posibilidad de que haya malos entendidos con lo cual, a la larga, todos se ahorrarán tiempo y esfuerzo y; especialmente se ganará confianza.
Establecer la retroalimentación correcta es una habilidad en la como entrenadores deberemos trabajar para su mejora constante.
☺ Expresa tu aprobación, tu aprecio y reconocimiento cuando se lo merezcan.
☺ Habla con tus jugadoras de forma individual y en grupo.
☺ Manten su estilo de comunicación tan consistente como sea posible, de entreno a entreno, de partido a partido y de situación a situación.
En general, escucha los sentimientos e impresiones de los jugadores y pregúntales por su opinión, por ejemplo, acerca de las reglas internas del grupo. El involucrar a los jugadores
incrementa su compromiso con el programa.