¿Entrenar para entrenar o para ganar?

Resulta una obviedad afirmar que desde la infancia hasta la madurez, todo individuo atraviesa por diferentes etapas de desarrollo. Los entrenadores deben diseñar los mejores programas de entrenamiento posible para incrementar el potencial deportivo de sus deportistas.

Aún resulta más evidente que los niños no son adultos pequeños. Los niños son únicos en cada fase de desarrollo y, por tanto, tienen unas necesidades de desarrollo concretas. La correcta planificación de las competiciones, los descansos y especialmente el diseño de actividades aseguran el éxito en la vida de un deportista.

El exceso de celo por el "marcador" resulta trágico para el desarrollo del jugador. Darle demasiada relevancia  la competición en las edades tempranas, se suele traducir en deficiencias en las habilidades deportivas en posteriores etapas. 

Porponemos el modelo de seis fases de Balyi (2001) conforme a las propuestas de Bompa (2005, 2019), Anderson (1998), Arufe (2009) entre otros.