El tiro. Parte I por Rafa Santos


Creo que es fácil que todos estemos de acuerdo en que el tiro es el arte final del baloncesto. Nuestro deporte es algo muy completo y complejo, en un partido se pone en marcha un balón, 10 jugadores en una pista con multitud de líneas, árbitros, reglas y entrenadores de todo tipo, pero al final lo que cuenta es que la pelotita entre por el agujero y eso es el tiro, el arte final de nuestro deporte.

Seguramente el tiro sea el fundamento sobre el que más se puede hablar pero sobre todo el que más se puede trabajar. Yo como entrenador soy un fanático del trabajo del tiro y dedico no menos de una sexta parte de todos mis entrenamientos a su trabajo, creo que con buenos o muy buenos resultados. Todos mis equipos, buenos o malos, acaban la temporada siendo mucho mejores tiradores de lo que eran en un principio, independientemente de la categoría del equipo (benjamines, alevines, cadetes o incluso un junior de los mejores de Madrid).

Creo que un entrenador tiene la obligación de trabajar el tiro en todos los entrenamientos del año pero de forma paulatina. Es importante tener claro que ¡no vale con trabajarlo sino que hay que hacerlo bien!

Soy muy aficionado a ver entrenamientos de otros equipos, siempre se puede aprender y muchas veces se aprende más de nuestros iguales que de nuestros superiores. Ir a ver un entrenamiento de Obradovic puede ser francamente interesante pero seguramente sea inútil porque su equipo está en otra galaxia que el mío, sin embargo, en la pista de al lado hay un equipo similar que entrena cosas que realmente nos pueden ser útiles.

Al ver estos entrenamientos es fácil descubrir un error común en el trabajo del tiro y es que se prima el volumen frente a la calidad. Trabajar el tiro no solo es repetir y repetir, eso es algo importante pero una vez que la calidad del gesto técnico es la adecuada.

Si cogemos a un jugador con mal gesto técnico podemos ver la siguiente secuencia:

1.- Sus porcentajes iniciales, pre-trabajo son X.

2.- Trabajo de series de repetición y volumen durante unas semanas.

3.-Sus porcentajes post-trabajo seguro que son mucho mejores que antes de empezar.

Pero, ¿hemos realizado un buen trabajo?

Personalmente creo que no, de hecho, creo que hemos hecho mucho daño al jugador porque ha asimilado un mal gesto que luego nos costará mucho más corregir. La mecánica es mala pero han mejorado sus porcentajes por lo que nos será mucho más complicado convencerle de que debe cambiar porque ahora "las mete" o al menos eso cree él.

Sin pretender sentar cátedra creo que el trabajo del tiro debe ser:

Observación:
Hay que dedicar varios entrenamientos a ver tirar a nuestros jugadores tanto en tiros sin oposición como con ésta y escribir jugador por jugador, si escribir en papel, sus defectos, sus cualidades y luego estudiar qué aspectos se deben mejorar para conseguir que su tiro sea más efectivo.

Convencer:
Esta es la parte más complicada del trabajo del tiro y es que es necesario convencer al jugador de que tiene un problema en su tiro y que debe trabajar para modificar la forma de tirar.

Según va subiendo la edad y la eficacia del jugador este aspecto se hace más complicado, por eso es importante evitar trabajo de volumen de tiro antes de mejorar la mecánica, porque si el jugador mete un porcentaje que a él le parezca bueno no querrá modificar su mecánica.

El entrenador a de tener claro que el proceso de mejora del tiro describe un proceso muy desagradable para el jugador.

Inicialmente los porcentajes de tiro del jugador empeorarán drásticamente porque no tendrá asimilado el nuevo movimiento de tiro.

Al asimilar el movimiento los porcentajes del tiro mejorarán pero el gesto será lento, por lo que volverán a empeorar cuando se trabaje la velocidad de ejecución y la oposición.

Al final, cuando el jugador sea capaz de realizar el movimiento a un buen ritmo los porcentajes subirán y ahí se verá el trabajo.

Pero por medio ha pasado un tiempo donde le jugador lo único que ve es que ahora mete menos que antes a pesar de que el entrenador le esté machacando con entrenamientos de tiro.

Es fundamental que hagamos ver al jugador que es necesario que modifique el tiro y que al final del camino encontrará beneficios importantes para su juego. En caso de no conseguirlo tenemos la batalla perdida.