Un café con D. Álvaro Pérez


MI FAVORITA
Siempre la misma historia. La misma pregunta. El mismo comentario. Tal jugadora es la favorita del entrenador. Con ella se ríe más. A ella le grita menos. Es su mejor amiga. Tal vez la capitana. Al final de cada entrenamiento se queda con ella más tiempo practicando o enseñándole cosas. Todas la llaman la favorita.
 
Pero la cosa es más sencilla. Yo os diré cual es mi favorita. La conocí hace un tiempo. No sé si hace 20 años o hace un par de meses.
 
Cuando la veo, los ojos se me encienden. Me pongo muy contento. El corazón se me revoluciona. 
Cuando la tengo a mi lado, siento un extraño cosquilleo en la barriga. Quiero acariciarla, pero sin embargo debo permanecer alejado de ella para que no se me note demasiado. Nos miramos de reojo. Sé que está cerca de mí pero a veces, cuando voy a alcanzarla, se me escapa. Cuando está a mi vera, soy la persona más feliz del mundo. El día que viene a mí, paso media noche pensando en ella.
 
¿Ya la habéis descubierto? ¿Rubia o morena? ¿Alta o baja? ¿Lista o torpe? Frío, frío. Va más allá de todo eso. Más allá de sonreírle a una compañera. De hablar con aquella que sabemos que lo necesita. 
De pasar unos minutos más con quien te demanda cosas por aprender. De quien sabe aceptar una crítica y te lo agradece, y de quien sabe aceptar una alabanza y no se lo cree. Va más allá de jugar mucho o pocos minutos en los partidos. De que se le olvide o no felicitarte por tu cumpleaños o el día de tu santo. 
Va mucho más allá de todo eso. 
Favoritas sois todas. 
Pero hay una por encima de todas.
 
Mi favorita es: la victoria