El baloncesto para los profanos en la materia es simplemente un deporte con aspectos ofensivos, como el tiro o el dominio de balón. Esta temible idea se refuerza en los más jóvenes al ser abordados cada final de partido con la fantástica pregunta de ¿cuántos puntos has metido?.
Jamás he oído preguntársele a un jugador ¿cómo has jugado en defensa?
Lo más lamentable es que continuamos con fichas técnicas en las que sólo se ensalza este indicador ofensivo de la puntuación individual, como si esta sea la única variable a valorar.
Bobby Knight afirma que lo primero que debe hacer un equipo para ganar es, trabajar bien defensivamente. ¿Inculcas eso en tus jugadores en cada entreno, o sólo cuando pierdes?
Si quieres tener un gran equipo defensivo, tienes que insistir cada día.
Pero, ¿qué debe tener un jugador para ser un buen defensor?
Utilizaremos las cualidades que Casey, señala como las más importantes.
Deseo.
"La defensa de un equipo es tan buena como lo sea el deseo de sus jugadores" (Holzman)
Con independencia de las habilidades que tenga un jugador, este no será un buen defensor a no ser que tenga un fuerte deseo de evitar que el ataque logre su objetivo. Este deseo es una de las competencias que debe hacer crecer el entrenador en cada uno de sus jugadores.
Wootten afirmaba, "se defiende con la cabeza, el corazón y las piernas", "la cabeza te dice qué hacer, el corazón te proporciona el deseo y las piernas te colocan en la situación adecuada para llevarlas a cabo"
Jamás darse por vencido; esforzarse siempre al máximo, ser agresivos, querer dominar la voluntad del oponente.
Dedicamos mucho tiempo a la enseñanza de la respuesta motriz ante una reacción ofensiva; pero, ¿cuánto tiempo dedicamos a forzar al ataque a que realice determinadas acciones?
Disciplina
La defensa requiere mucha disciplina, la defensa no funciona si un jugador está fuera de posición o mal orientado.
Concentración y atención en todo momento son "ingredientes" esenciales.
EL DESEO HACE HERMOSO LO FEO. Para una buena defensa sólo es necesario un 20% de técnica y un 80% en el deseo de hacerlo bien.