No son pocos los "entrenadores" que se dan golpes en el pecho al afirmar con total rotundidad que su principal objetivo es formar jugadores teniendo como principal eje vertebrador el deporte como medio educativo.
Este axioma lo leemos a menudo en la filosofía de muchos clubes de formación, incluso lo oímos de boca de aquellos "entrenadores" que acaban de perder un encuentro o tienen jugadores poco competentes.
Lo triste es cuando esos mismos clubes o "entrenadores" dan con un grupo de niños que por diferentes variables son bastantes competentes y logran éxitos en cuanto a resultado se refiere. En dichos casos, la filosofía de club, la ética del entrenador y, los derechos del niño deportista, van al traste.
¿Cómo debe abordar un formador deportivo el baloncesto como un medio para educar?
Tomaremos algunas notas de autores entre otros como Rdguez Campazas, Rdguez López, Castejón y Contreras.
* Debe tener un carácter más abierto que el deporte de competición. No sólo tiene cabida los niños más capaces, sino todos aquellos que quieran participar.
* Su finalidad no sólo debe ajustarse a la mejora y perfeccionamiento de habilidades básicas y específicas, sino que se deben tener en cuenta otra serie de objetivos sociales, cognitivos...
* Los resultados no deben ser "arma" única de valoración ni de mayor importancia. Los aspectos actitudinales deben tener un importante valor, incluso por encima de los procedimentales.
* Las reglas de juego pueden y deben adaptarse, en beneficio de una participación igualitaria para todos
* El juego deber ser el vehículo de aprendizaje de los contenidos a desarrollar
* Debe primar la cooperación frente a la competición.
* El técnico deportivo debe actuar como un formador deportivo
EN EL AJEDREZ, EL REY Y EL PEÓN VAN EN EL MISMO CAJÓN
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