El objetivo debe ser algo potente, algo que nos comprometa a una acción, a realizarla, a alcanzarla. No debe ser un simple propósito, sino algo que nos dirija a un plan de acción.
Bastida nos detalla una serie de claves a la hora de fijar nuestros objetivos personales y como formadores deportivos:
1.- Expresar siempre los objetivos en positivo. Marca que quieres alcanzar y nunca lo que quieres evitar.
Este enfoque positivo te ayudará a focalizar toda la atención y pensamientos en alcanzar ese objetivo.
2.- Se concreto y específico al señalar los objetivos.
No son pocas las ocasiones en las que recuerdo que "mejorar el tiro" no es un objetivo operativo para una tarea en concreto.
Siendo específico podremos valorar si se ha alcanzado o no la meta fijada.
Respecto a objetivos a largo plazo, es importante fijar un "¿para cuándo quiero alcanzarlo?" Describe con precisión el objetivo para saber cuando podrás alcanzarlo.
3.- Los objetivos deben ser medibles. Esto nos permitirá ofrecer a los jugadores el feedback preciso y el jugador siempre tendrá referencia para autoevaluarse y fomentar la motivación intrínseca y la adherencia al trabajo.
4.- ¿Dispones de los recursos necesarios para alcanzar los objetivos? ¿Puedes encontrar lo que te falta?
Detalla los recursos que necesitas para alcanzar los objetivos. Si no es así, busca los recursos o cambia los objetivos.
¿Tengo jugadores para jugar con el sistema de los Lakers? - No
¿ Puedo fichar a los jugadores que puedan jugar con esos conceptos? - No
Solución: Objetivo erróneo
5.- Los objetivos deben ser proactivos, es decir; que fomenten a la acción.
No te marques o marque objetivos por cumplimentar una plantilla. Apostilla la importancia que tiene marcarse objetivos para alcanzarlos. El objetivo es una responbilidad de acción!!!
6.- Los objetivos deben suponer un reto. Que motivo pero que sea realista en cuanto a su consecución.
Es mejor cojear por el camino, que avanzar a grandes pasos fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta, mientras que quién va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja (San Agustín)
¿Andas o cojeas?