Entrenar a el niño del cazo... ...

Nuestro trabajo como formadores deportivos no es más que intervenir en el aprendizaje específico en una serie de contenidos ya planificados.

Uno de los aspectos que más se demandan respecto a las dudas de dicha intervención, es cómo atender a un grupo heterógeneo donde las capacidades de los alumnos/jugadores son muy diferentes.

Vamos a concretar una serie de principios sobre los cuales debemos fijar nuestra programación de trabajo a largo plazo.

  • Activación.
El aprendizaje debe ser significativo, el jugador debe tener contacto directo con los objetivos a alcanzar. Las tareas deben diseñarse a tal efecto, específicas para que el jugador vivencie el objetivo que se busca. Cuídate de proponer tareas y ejercicios con objetivos indeterminados y confusos. Activa la “parte” del juego que deseas enseñar o perfeccionar. Focaliza tu atención y ti información en lo importante de la tarea, en el objetivo para el cual la has diseñado.

  • Presentación del contenido
Fracciona los contenidos presentándolos en varios pasos más simples y sencillos. Evitara el bloqueo y la frustración del jugador y le permitirá alcanzar los objetivos previstos. Debemos afianzar los pasos previos antes de encauzar el trabajo del siguiente, primero debemos asegurar el éxito. Deconstruye contenido y desmenuzalos para que todos los jugadores puedan asimilarlos y desarrollarlos con cuantas experiencias sean necesarias.

  • Transferencia.
Muchos jugadores presentan dificultades para transferir el conocimiento y los procedimientos adquiridos con otros conocimientos o situaciones de juego real. Debemos conseguir que lo aprendido se aplique con frecuencia en diferentes situaciones y combinadas con otros procedimientos.
Proporcionas experiencias valiosas para los jugadores,  no entrenes por entrenar.

  • Lenguaje asociado a la acción.
Los contenidos nuevos se adquieren no sólo al modelo que se visualiza, sino gracias a la información oral que recibe por nuestra parte. Esta información fomenta el desarrollo cognitivo además de ayudarle a asimilar nuevas acciones motrices o decisiones tácticas. Cuida tu lenguaje, cuida tus correcciones, se correcto, preciso, utiliza un lenguaje específico pero adecuado a la edad de los jugadores.

  • Redundancia.
Ofrecer información desde diferentes canales es fundamental para colaborar en la asimilación de nuevos contenidos o perfeccionamiento de los mismos. No sólo debemos limitar a ofrecer información oral sobre la acción a realizar o las decisiones que podemos tomar; combinarlo con una acción/repetición como modelo o presentar el mismo en medio multimedia, son excelentes vías de ofrecer la información de forma que todos los jugadores puedan procesarla. 

  • Motivación y reforzamiento positivo.
Esto es el motor del aprendizaje.
Podemos favorecer su motivación cuando aumentamos su seguridad ante las tareas. Para ello debemos:
  • Diseñar actividades ajustadas a su nivel de competencia
  • Ofrecer ayuda constante. 
  • Clarificar las instrucciones y asegurarnos de su compresión
  • Orientar las futuras acciones partiendo de la información de las acciones previas. Qué has realizado bien, en qué podemos mejorar...
  • Reforzar cualquier detalle por ínfimo que nos parezca. El éxito es el carburante del aprendizaje

Para reforzar.... he aquí algunos estímulos:

  • Reforzador socioemocional. Elogio, sonrisa, palabras de aliento...
  • Reforzador de actividad . Proponerle nuevos retos debido al éxito anterior pero con cuidado que no le bloqueen


Estas pautas favorecerán que ningún jugador tenga expectativas negativas respecto a su propio rendimiento y, que no atribuya un resultado negativo a su baja capacidad para aprender, sino que vaya potenciando su percepción acerca de las propias posibilidades y limitaciones.





Más que baloncesto from carlos yeray on Vimeo.