Los orígenes del minibasket

Jay Archer, nació en 1912 en la ciudad de Soranton en el estado de Pensylvania. Siendo italiano el origen de sus progenitores. Con su 1,79 m de altura fue jugador All-Star en 1936.

Se graduó en educación física en la universidad de Stroudsbourg (Pensylvania). Muy influenciado por la corriente pedagógica de la Escuela Nueva y angustiado por la problemática general de los niños; pensaba que existían pocos deportes adaptados a las necesidades de los más pequeños. Siendo esto lo que le impulsó en 1950 a la creación del “Biddy Basket”.

Un capricho de su hija le dio el nombre. Un día le pidió un “biddy” (pastel pequeño) y de ahí salió la palabra Biddy que en lenguaje popular significa “polluelo”.

De inicio partió como una fase de un programa primario para ambos sexos de 9 a 12 años.

En principio se trató de aros más bajos, balones más pequeños, para facilitar los movimiento de los niños. Que les gustase, que les motivase motivarles, que se introdujeran en el deporte mediante un bagaje técnico-lúdico, y sobre todo con mediante sus reglas muy sencillas.

Su rápida difusión se debió a la visita de los Globertrotters y Pat Kennedy (el más famoso árbitro de la época) a Scranton. A Kennedy le interesó mucho el nuevo juego, se entrevisto con Archer y procuró que este saliera por el canal de TV más importante de Nueva York. El éxito fue enorme y pronto le llovieron cartas solicitando el reglamento del nuevo juego.

A principios de 1951 se difunde por todo EE.UU.; Puerto Rico, Canadá, Japón, Malasia, Singapur, Australia, Mexico, Brasil y Ecuador pronto adoptaron el ejemplo de EE.UU.

En Europa se difundió en 1964 a través de España. Es al llegar a España y en concreto a los pioneros de la educación popular, los padres Escolapios, cuando toma el nombre actual de Minibasket. Profundizan en las raíces educativas del juego,  institucionalizando las reglas flexibles y la filosofía del juego.

Pero fue Anselmo López el verdadero propulsor del minibasket en España, siendo considerado el mecenas del mismo en nuestro país. Fue presidente de la Federación Española de Baloncesto, entre julio de 1966 y agosto de 1971; y miembro del COE.

Desde sus puestos directivos fue impulsó la introducción en España del minibasket, que en la década de los años setenta fue una importante cantera de jugadores. Asimismo fue uno de los máximos y más constantes valedores de esta modalidad de baloncesto para niños en el seno de la FIBA.

Hoy en día se juega en todos los países que practican baloncesto y es dirigido mundialmente por el C.I.M. (Comité Internacional de Minibasket) una Comisión de la F.I.B.A.


Actualmente estos son los objetivos que desde las máximas instituciones federativas busca el minibasket:

  1. Aprovechar toda la oportunidad del juego para educar y desarrollar en los niños sus cualidades físicas y psicológicas.

b) Crear hábitos deportivos en el niño-a, para que se sienta interesado en la práctica de los deportes.

c) Fomentar en el niño-a la tendencia hacia el juego limpio. Nunca debemos de olvidar que estamos trabajar con niños y con ellos todo debe de ser positivo y respetuoso.

d) Crear el clima para que el desarrollo del niño-a como persona sea el adecuado.

e) Crear el clima para que el desarrollo del niño-a como jugador-a sea el adecuado a esta edad.

f) Crear un clima donde el niño-a se sienta valorado-a por su manera de ser y comportarse.

g) Crear un clima donde el jugador-a se sienta valorizado-a no solo por sus habilidades sino por su aportación al equipo.


h) Equilibrio entre aprendizaje y diversión.

Desarrollando nuestra creatividad como técnicos

Para el reputado psicoanalista, Paul Matussek  la creatividad “es la capacidad de descubrir relaciones entre experiencias antes no relacionadas, que se manifiestan en forma de nuevos esquemas mentales, como experiencias, ideas y procesos nuevos”.
Es por tanto una capacidad más que interesante sobre la cual los formadores debemos trabajar y que nos permitirá potenciar el resto de habilidades y capacidades que se posean.


Percepción habilidad propia como jugador.

Uno de los principales factores que nuestros jóvenes  jugadores tienen acerca de su percepción como jugador de éxito, es el grado de habilidad que percibe tener. Concepto de habilidad que es diferente en cada uno de los sujetos y, en los que el contexto social y familiar que rodea al joven deportista tiene una especial incidencia en él.


Si bien es cierto que cada individuo tiene una “conpcetualización” muy singular y privada de lo que entiende por habilidad, podemos afirmar o tomar com referencia que una habilidad es una “acción compleja e intencional, que envuelve toda una cadena de mecanismos sensoriales, de procesamiento central y motor que, a través del proceso de aprendizaje, se torna organizada y coordinada de tal manera que alcance objetivos predeterminados con gran acierto”...




Adherencia al entrenamiento


Uno de los problemas más habituales que nos podemos encontrar en los equipos de formación, es la falta adherencia al entrenamiento. Buceta lo conceptualiza como el grado de cumplimento de los deportistas, en las tareas de todo tipo que conlleva el entrenamiento, agrupándolas en cuatro apartados...







El motor del aprendizaje



Uno de los elementos imprescindibles para que se produzca el aprendizaje, es la motivación; la cual se erige como razón y dirección de nuestras conductas. 

La presencia o ausencia de la motivación en nuestros jugadores, no debe atribuirse de forma exclusiva a las características del aprendiz, sino que nuestra actuación como entrenadores es aspecto fundamental que incide en el mayor o menor grado de motivación de nuestros “alumnos”.

Como entrenadores debemos preocuparnos y ocuparnos que los jugadores deseen dedicar su actividad a aprender y/o perfeccionar determinadas habilidades/conductas, y que estas a su vez sean significativas para ellos.

Pero, ¿qué aspectos determinan el interés de los jugadores por aprender?