UCAM

Agradecer a mi querido amigo Enrique Ortega, la oportunidad que me brinda para compartir con él sus investigaciones.

DIMISION

El tiro. Parte II por Rafa Santos


Corregir:
Esta es la parte de trabajo más larga del tiro. Hay que insistir constantemente en la corrección de la mecánica.

Los jugadores suelen tender a desesperarse pero es importante que el entrenador se mantenga firme en sus convicciones sobre qué aspectos modificar para mejorar la mecánica. Por esto es importantes escribir y analizar qué aspectos y en qué orden vamos a modificar del tiro del jugador porque no podemos caer en la improvisación.

Hay muchos estudios sobre la mecánica de tiro en el baloncesto, así que no voy a entrar en estos aspectos, Google y muchos otros entrenadores seguro que saben mucho más de la mecánica pura del tiro que yo, solo voy a remarcar lo que considero más importante:

1.- El tiro salga desde encima de la cabeza, es decir, que el jugador vea el aro por debajo del balón.

2.- Que el brazo ejecutor del tiro finalice completamente estirado al aro y con la punta de los dedos apuntando al aro.

3.- Que el jugador sea capaz de repetir siempre el mismo gesto técnico, es decir, que no ejecute unas veces de una forma y otras de otra. Cuidado que muchos jugadores tiran diferente de tres que de dos.

4.- Que el jugador sea capaz de tirar rápido teniendo en cuenta su nivel y edad. No podemos pretender crear Basiles pero hay que intentar que no sean Bodirogas.

5.- Equilibrio, hay que evitar que el jugador se vaya hacia atrás o hacia los lados al tirar. Ha de mantener un equilibrio corporal para el tiro permitiendo como mucho que se desplace ligeramente hacia delante. Es una cuestión de estímulos, si yo tiro yéndome de lado mi posición respecto al aro está cambiando mientras que voy preparando el tiro y esto hará más difícil que sea eficaz.

Estos últimos meses entrenando a chicas me han hecho ver un cierto detalle, en masculino la mayoría de los jugadores son capaces de iniciar el movimiento de tiro ya desde encima de la cabeza (colocarse el balón en la frente e iniciar el tiro) pero sin embargo en femenino pocas jugadoras son capaces de hacerlo. Cuando entreno chicas insisto mucho en que no detengan el movimiento encima de la cabeza sino que sea todo un movimiento continuo, recepción  subir el balón encima de la cabeza  seguir el movimiento de extensión completa hacia el aro y esto incluye que la fuerza debe salir de las piernas y que hay que conjuntar el salto con el tiro. Sin embargo en chicos permito o incluso veo bien que el tiro se inicie ya con el balón encima de la cabeza.

Esta apreciación no quita que hay muchas chicas que son perfectamente capaces de iniciar el tiro desde encima de la cabeza, si lo consiguen genial, pero no creo que sea algo en lo que haya que obsesionarse, si el movimiento el correcto desde la recepción hasta la extensión completa hacia el aro será una buena mecánica.

Volumen:
Una vez que cada jugador tiene una mecánica de tiro adecuada para su complexión física y su nivel real de juego debemos pasar a trabajar el volumen de tiro.

Aquí hay algo clave que oí una vez a un entrenador: "queremos tiradores de partido no de entrenamiento". ¿Qué significa? Pues que hay que trabajar situaciones de tiro reales que se dan en los partidos, no un simple "tiro en flecha", o al menos no siempre.

Es bueno empezar el trabajo con situaciones de tiro sin oposición porque es importante que el jugador asimile su nuevo gesto pero no podemos esperar que su mejora en el tiro se note en los partidos hasta que no iniciemos el trabajo con oposición. Además el trabajo con oposición debe ir subiendo la intensidad y dificultad, inicialmente es suficiente con un punteo del tiro sin excesiva agresividad defensiva pero hay que ir subiendo la dificultad hasta situaciones de verdadero estrés para el tirador.

También hay que trabajar las diferentes situaciones de tiro que se le darán al jugador en un partido en función de su nivel y de nuestro equipo, si nuestro jugador puede llegar a tirar tras un bloqueo directo o indirecto, habrá que trabajarlo, si puede llegar a tirar tras bote pues también.

Siempre con el mismo concepto, inicialmente sin oposición, luego con oposición débil para ir subiendo de intensidad y posteriormente con situaciones de verdadero estrés para el tirador.

Eso sí, es muy importante que no nos relajemos en el tema de la mecánica, aunque hagamos tirar al jugador con un tío encima debemos insistir en que mantenga la mecánica correcta, teniendo en cuenta que poco a poco la irá amoldando a sus características físicas.

Trabajos especiales pero útiles:
Hay un par de trabajos en el tiro que creo que son muy útiles para la mejorar de un jugador que ya posee una buena mecánica y que ha trabajado a un buen nivel el tiro con oposición.

Tiro desde mega distancias:
Esto se lo oí comentar a Javier Leria en un clinic y lo he puesto en marcha estas navidades y creo que ha sido bastante útil.

La idea es hacer tirar a los jugadores desde distancias desde las que no están acostumbrados a tirar. Si tus jugadores tiran con buena mecánica desde tres puntos pues les obligas a tirar desde siete metros y medio y así. Eso sí, poniendo mucho énfasis en que ejecuten con la mecánica correcta.

Parece mentira, pero en tres o cuatro entrenamientos hemos conseguido aumentar un poco el rango de tiro. En mi cadete, las chicas que les costaba tirar de tres ahora lo hacen con cierta soltura y están mejorando mucho sus porcentajes.

Creo que es un trabajo muy útil fuera de tiempo de competición porque tras los entrenamientos de mega distancias los jugadores necesitan cierto rodaje de readaptación a las distancias normales.

Tocar al tirador:
Un cierto puntito extra en el tiro con oposición es tocar al tirador cuando va a ejecutar el tiro.

No es cuestión de moverme o desequilibrarle, es alto tan simple como tocarle el pecho o las piernas cuando está ejecutando el tiro.

La principal mejora que realiza este trabajo es en la concentración, hace que el jugador sea capaz de centrarse en el tiro e irse olvidando del entorno lo cual es una mejora importante.

Llegar a tocar el brazo de tiro sería lo ideal, pero para eso es necesario trabajar mucho antes de llegar a ese punto.

A modo de conclusión me gustaría remarcar que el trabajo en el tiro bien hecho es algo que siempre da sus frutos independientemente del nivel del jugador/a. Pero tanto el entrenador como el jugador han de tener mucha paciencia para ver los resultados. El entrenador debe dar señales positivas a sus jugadores cuando realicen tiros correctos porque la confianza es fundamental. Sí, ya sé que es duro ver que tu peor tirador se la juega en el momento crucial del partido clave, pero es lo que tiene ser entrenador.

Como postre os dejamos un vídeo que he preparado de Bogavac tirando en todas las situaciones que un tirador debe controlar y que el entrenador debe trabajar con sus jugadores. Espero que os guste:



El tiro. Parte I por Rafa Santos


Creo que es fácil que todos estemos de acuerdo en que el tiro es el arte final del baloncesto. Nuestro deporte es algo muy completo y complejo, en un partido se pone en marcha un balón, 10 jugadores en una pista con multitud de líneas, árbitros, reglas y entrenadores de todo tipo, pero al final lo que cuenta es que la pelotita entre por el agujero y eso es el tiro, el arte final de nuestro deporte.

Seguramente el tiro sea el fundamento sobre el que más se puede hablar pero sobre todo el que más se puede trabajar. Yo como entrenador soy un fanático del trabajo del tiro y dedico no menos de una sexta parte de todos mis entrenamientos a su trabajo, creo que con buenos o muy buenos resultados. Todos mis equipos, buenos o malos, acaban la temporada siendo mucho mejores tiradores de lo que eran en un principio, independientemente de la categoría del equipo (benjamines, alevines, cadetes o incluso un junior de los mejores de Madrid).

Creo que un entrenador tiene la obligación de trabajar el tiro en todos los entrenamientos del año pero de forma paulatina. Es importante tener claro que ¡no vale con trabajarlo sino que hay que hacerlo bien!

Soy muy aficionado a ver entrenamientos de otros equipos, siempre se puede aprender y muchas veces se aprende más de nuestros iguales que de nuestros superiores. Ir a ver un entrenamiento de Obradovic puede ser francamente interesante pero seguramente sea inútil porque su equipo está en otra galaxia que el mío, sin embargo, en la pista de al lado hay un equipo similar que entrena cosas que realmente nos pueden ser útiles.

Al ver estos entrenamientos es fácil descubrir un error común en el trabajo del tiro y es que se prima el volumen frente a la calidad. Trabajar el tiro no solo es repetir y repetir, eso es algo importante pero una vez que la calidad del gesto técnico es la adecuada.

Si cogemos a un jugador con mal gesto técnico podemos ver la siguiente secuencia:

1.- Sus porcentajes iniciales, pre-trabajo son X.

2.- Trabajo de series de repetición y volumen durante unas semanas.

3.-Sus porcentajes post-trabajo seguro que son mucho mejores que antes de empezar.

Pero, ¿hemos realizado un buen trabajo?

Personalmente creo que no, de hecho, creo que hemos hecho mucho daño al jugador porque ha asimilado un mal gesto que luego nos costará mucho más corregir. La mecánica es mala pero han mejorado sus porcentajes por lo que nos será mucho más complicado convencerle de que debe cambiar porque ahora "las mete" o al menos eso cree él.

Sin pretender sentar cátedra creo que el trabajo del tiro debe ser:

Observación:
Hay que dedicar varios entrenamientos a ver tirar a nuestros jugadores tanto en tiros sin oposición como con ésta y escribir jugador por jugador, si escribir en papel, sus defectos, sus cualidades y luego estudiar qué aspectos se deben mejorar para conseguir que su tiro sea más efectivo.

Convencer:
Esta es la parte más complicada del trabajo del tiro y es que es necesario convencer al jugador de que tiene un problema en su tiro y que debe trabajar para modificar la forma de tirar.

Según va subiendo la edad y la eficacia del jugador este aspecto se hace más complicado, por eso es importante evitar trabajo de volumen de tiro antes de mejorar la mecánica, porque si el jugador mete un porcentaje que a él le parezca bueno no querrá modificar su mecánica.

El entrenador a de tener claro que el proceso de mejora del tiro describe un proceso muy desagradable para el jugador.

Inicialmente los porcentajes de tiro del jugador empeorarán drásticamente porque no tendrá asimilado el nuevo movimiento de tiro.

Al asimilar el movimiento los porcentajes del tiro mejorarán pero el gesto será lento, por lo que volverán a empeorar cuando se trabaje la velocidad de ejecución y la oposición.

Al final, cuando el jugador sea capaz de realizar el movimiento a un buen ritmo los porcentajes subirán y ahí se verá el trabajo.

Pero por medio ha pasado un tiempo donde le jugador lo único que ve es que ahora mete menos que antes a pesar de que el entrenador le esté machacando con entrenamientos de tiro.

Es fundamental que hagamos ver al jugador que es necesario que modifique el tiro y que al final del camino encontrará beneficios importantes para su juego. En caso de no conseguirlo tenemos la batalla perdida.

Arbitraje en minibasket

El arbitraje en Minibásquet
Los niños pueden o no tener una habilidad natural para el básquet pero desconocen las reglas y, mucho más importante que eso, están aprendiendo el espíritu del juego y del propio Reglamento. Nosotros no vamos sólo a pitar un partido de básquet. La mayoría de estos encuentros se caracterizan, en cuanto a la labor puramente arbitral y sancionadora, por el desarrollo claro de las infracciones a las reglas y de las faltas personales. Nuestra función es ayudar a crear un entorno deportivo para el chico, donde éste vaya adquiriendo los conocimientos más básicos sobre el deporte que quiere practicar. Otra de nuestras fundamentales obligaciones es desterrar cualquier acto de violencia tanto verbal como física, independientemente de la importancia que el partido tenga para la competición “real”, atajando desde el comienzo cualquier acto de agresividad. No debemos olvidar que la labor pedagógica cumple aquí el requisito necesario para que en el futuro el niño respete la figura del árbitro y comprenda por qué existe una determinada regla y cuál es su lugar en el engranaje general del juego. Creadme cuando les digo que lo menos importante aquí es si una falta es o no es. No obstante no debemos olvidar que arbitramos un partido de básquet, estamos obligados en la misma medida a sancionar correctamente todas las situaciones ilegales que encontremos de acuerdo con los principios habituales que todos debemos conocer y que están en el Reglamento. Veremos de qué forma podemos llevar a cabo este trabajo tan especial con los partidos de minibásquet.
Criterios y labor pedagógica
Después de observar en partidos de mini y en partidos normales me doy cuenta de que en gran medida no se diferencia los criterio entre unos y otros. Debe quedar muy claro que no se aplica el mismo criterio a un cadete que a un mini. Igual que un entrenador no le puede pedir a un mini que tire, pase, o conozca jugadas como a un cadete, tampoco nosotros podemos pedirle que sepa lo que es el principio del cilindro o el pie de pivote.
Criterio de faltas: ¿Qué se pita?
Desventajas claras, sobre todo en penetraciones golpes en las manos, brazos, golpes con la cadera o las piernas que desequilibren al jugador que entra. En ningún caso cobraremos contactos que sean flojos aunque eviten una canasta. Si seguimos ese criterio durante todo el partido no habrá protestas en ese tipo de jugadas.
Empujones. No los permitiremos. Ni un solo agarrón. Permitiremos tacteos, cuerpos a cuerpos y todos esos contactos que pudiendo ser falta en el básquet de mayores aquí se deben pasar por alto. Los niños deben saber que es un juego en equipo y los empujones deben ser “castigados” (¡¡ojo!! No digo que se obvien faltas claras pero sí que se premie la defensa y que si hay un jugador mejor que los demás con la orden de sacar faltas no le demos la ventaja a su entrenador de hacer un partido basado en el resultado).
Hay que evitar los empujones. ¿Cómo?
Arbitraje preventivo. No nos cansaremos de repetir “sin manos”, y cuando dos jugadores estén luchando por la pelota advertiremos a los demás de que no se lancen el balón todos a la vez porque ese no es el espíritu del básquet. ¡Cuidado! Si un jugador es más fuerte que los demás y se lleva la pelota siempre con excesiva brusquedad le explicaremos que para llevarse la pelota debe usar la fuerza necesaria y no más. Si no hace caso sancionaremos como falta ese exceso. No olvidemos que en estas categorías hay jugadores que pueden salir “despedidos”. Debemos cuidar por su integridad física. Cuando pitemos faltas que no comprendan (bloqueos en movimiento muy claros, cortinas ilegales en los rebotes…). Debemos explicarlos para todos, clara y concisamente, sin envolvernos: “Esto (y decimos qué) NO se hace”.
Faltas en ataque: Que sean claras y que la desventaja sea meridiana para todos. Debemos sancionar a los niños que empujan a otros para quedarse solos y a los que hacen bloqueos yendo al bulto. Pasemos por alto contactos ilegales que el atacante pueda salvar y tengamos en cuenta siempre las condiciones físicas de los niños implicados (no se trata de castigar al grande si no de valorar si el pequeño ha conseguido algo con lo que ha hecho. Si no es así le advertiremos en algún momento de que eso no lo puede hacer y si sigue, cobraremos la falta).
Juego sin balón: Muy atentos, cuando veamos que los jugadores se amontonan en una zona determinada les observaremos cuidadosamente y si la jugada puede resultar conflictiva les advertiremos: “Dejar espacio, vamos, el campo es muy grande”. Cuidado con zancadillas y encontronazos. No son lo mismo. Aquí los niños chocan mucho. Paramos el juego, a no ser canasta muy clara o jugada de canasta muy clara, y dejamos que los niños caídos sean atendidos.
Anti-deportivas: Mucho ojo, el niño tiene que comprender qué puede y qué no puede hacer en un campo de básquet pero hay tipos de anti-deportivas que aquí es mejor pitar como falta y advertir claramente al chico (las explicaciones siempre son para todos). Jugadas en las que debajo del aro un niño golpea la mano que no lleva la pelota: en básquet normal son siempre antideportivas, aquí se valorará la brusquedad y si no es muy grave se sanciona como falta y se explica: “hay que ir a la pelota, no a hacer falta, a la pelota”. Se puede ejemplificar. Empujones por detrás sin posibilidad de pelota, agarrones en carrera, zancadillas claras, golpes innecesarios con las manos en cara, cuello… siempre se sancionan con anti-deportiva. Ni que decir, el criterio ha de ser durante todo el partido.
Violaciones: hay que diferenciar entre las que siempre se pitan y las que no siempre se pitan.
No siempre se pitan: Caminar, si el jugador no saca ventaja (su marcador esta a mas de 5 metros). Doble Dribling, siempre y cuanto no saque una ventaja deportiva o se dirija hacia el aro.
Se pitan siempre: fueras y campo atrás. Tres segundos (¡¡ojo con el niño grande que se queda ahí a vivir!! . Le pitamos la violación y le explicamos por qué.
Control de partido: Si controlamos el juego brusco y sancionamos las infracciones más claras llevando un criterio ecuánime con ambos equipos y cohesionado todo el choque no tendremos mayor problema. Ahora bien, existen multitud de entrenadores que quieren aprovecharse de la supuesta inexperiencia del árbitro novato e intentan desprestigiarlo de cara a los demás con gestos de cara a la tribuna (manos al aire en en forma despectiva, risotadas, gritos desmesurados, constantes negaciones con la cabeza…). Esto hay que cortarlo desde el principio dejando claro a la persona que la continua gesticulación supone un desprecio a la labor arbitral y sancionando como técnica esos comportamientos en caso de hacer caso omiso a nuestras advertencias. En otras ocasiones intentan envolvernos con la mesa de control, o con aspectos externos al juego, provocando desconcierto en el otro entrenador con constantes alusiones a sus supuestas defensas en zona, etc., etc.… Les dejaremos claro desde un comienzo que tenemos en cuenta su apreciación pero que somos nosotros los que hemos de valorar esos aspectos. Si continúa se le hará saber que su comportamiento está siendo valorado como irrespetuoso e irritante y si aún así persiste, se le sancionará con falta técnica. Desde el principio entrenadores a su zona de banco, nada de protestar desde el medio campo o meterse en el mismo.
Debemos atajar cualquier acto de violencia tanto física como verbal.
En ocasiones los padres de los niños no saben comportarse y trasladan sus frustraciones a los niños. Debemos obviar comentarios sobre nuestra labor (tipo qué malo eres, no tienes ni idea, etc.), así como reacciones desmedidas cuando un niño se cae al suelo (gritos cavernarios, qué son chicos, se van a matar…). Ahora bien, cuando alguna persona se pase de la raya y profiera amenazas, insultos graves o anime a los chicos a ser violentos de cualquier modo, debemos avisar inmediatamente al responsable del equipo o, en su defecto, al entrenador, de que tranquilice e inste a la persona/s en cuestión a deponer ese tipo de actitud. En caso de persistir ordenaremos su desalojo. A veces un entrenador grita a sus jugadores en los tiempos muertos o para darles órdenes. En principio no debemos meternos en esto, pero si sobrepasa los límites del decoro y el respeto a los demás integrantes del partido, los insulta, insita al juego violento o su actitud se refleja en los niños cristalizada en violencia o brusquedad excesiva se le advertirá y si persiste se le descalificará.
Debemos curarnos en salud, es decir, si vemos que hay mucho público y que está muy cerca del campo, antes del partido nos dirigiremos al responsable del equipo de campo o entrenador para que coloquen a la gente de manera que no molesten en el transcurso del encuentro.
La zona de bancos de sustitutos y mesa de control siempre debe estar desalojada por completo. Cualquier comunicación que hagamos a entrenadores, responsables y demás debe ser respetuosa, educada, proyectando siempre afabilidad y tranquilidad. No debemos mandar, ni usar frases del tipo: “porque lo digo yo”, “aquí se hace lo que yo diga”… o terminar frases con expresiones como “…y punto”, “y se acabó” o similares.
Advertir no es amenazar. Siempre utilizaremos las palabras “por favor”, “gracias”, “haría el favor”, “sería tan amable”, “le ruego que…”. Se trata de tener una actitud conciliadora y no tensar nunca nosotros el partido.
La relación con los niños.
Hemos hablado de explicar las jugadas cuando sean dudosas o los niños no las comprendan. Esto lo haremos siempre que el entrenador no lo haga primero. Si el entrenador le explica al niño lo que ha hecho mal o lo que debe hacer para aplicar bien el concepto, nosotros callados. Se trata de que nos respeten, así que tenemos que respetar el trabajo de los demás. Siempre que expliquemos algo, lo haremos para todos, sin gritar pero en voz alta con una frase clara y breve. Ejemplo: “Chicos, antes de dar un paso hay que picar la pelota, ¿de acuerdo?”. Utilizar siempre con los niños un tono agradable y nunca gritarles ni reprenderlos aunque hagan algo que esté mal o sea violento, no somos sus padres. Si esto sucede y su entrenador no les reprende les llevamos a parte y con tono serio pero tranquilo les hacemos comprender las consecuencias de su acción. Intenta no tocarles demasiado, salvo para chocar la mano si el niño lo requiere o ayudarlo a levantarse. Hay que relacionarse con ellos, si hacen acciones buenas o espectaculares, felicitarlos sin ademanes, en algún momento les hace sentir bien y nos hace ser parte del encuentro. Si tienen una actitud deportiva felicitarlos de cara a todo el mundo. Sonreírles y atender sus dudas con afabilidad es esencial. El arbitraje preventivo es importantísimo. Si lo hacemos correctamente evitaremos cortes de partido innecesarios e irritantes para todos y colaboraremos a que los niños nos respeten y se diviertan.
Recorda las tres funciones como norma en estos encuentros: formar, colaborar a un entorno deportivo, y eliminar cualquier tipo de comportamiento violento.
Federación de Básquetbol Regional de Capital Federal
Comisión de Minibasquet
Comisión Técnicatu del jueg