La realidad de cualquier equipo de base actual nos revela el poco tiempo para entrenar del que se dispone; bien por las limitaciones de instalaciones existentes, o bien por las "exigencias" de agenda de los jugadores.
Esto nos lleva al recorte del trabajo sobre las capacidades físicas en pro del uso del tiempo para el trabajo técnico-táctico, en el mejor de los casos.
Una solución a este recorte drástico de uno de los principales pilares del trabajo de un deportista, es el uso del modelo de entrenamiento integrado. Mediante él, se favorece un entrenamiento específico desde el punto de viste técnico, táctico y físico.
Xesco Espar detalla una serie de relaciones preferenciales a la hora de aplicar este modelo de sesión y tener un óptimo aprovechamiento de las mismas.
* Fuerza y técnica
La relación de que se establece entre la fuerza y la técnica, parte de la técnica. El trabajo de fuerza no consistiría en los modelos tradicionales, sino en un trabajo específico que implique los grupos musculares responsables de producir el movimiento técnico.
* Velocidad de reacción y táctica individual.
Al trabajar la velocidad de reacción debemos buscar estímulos y respuestas específicas. Debemos obligar a dar una respuesta específica con estímulos que se encuentren en la competición y, que esta sea a la máxima velocidad posible.
* Resistencia y sistema de juego.
Debemos adaptar nuestro sistema de entrenamiento en pro de la búsqueda de la mejora de la capacidad anaeróbica láctica. Adaptar nuestro tiempo de trabajo/descanso y cargas, según las diferentes fases de juego es el mejor método para habituarse a las necesidades energéticas específicas del balocnesto.
EL COMER SIN TRABAJAR Y EL TRABAJAR SIN COMER, SON DOS COSAS QUE DEBEN DESAPARECER. Trabaja de forma integrada y optimiza tu tiempo para mejorar de forma global a tus jugadores.