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Un café con D. Álvaro Pérez. Capitulo II


TRABAJANDO EL 1X0

                  Cuando comenzamos el trabajo con nuestro jugadoras, ya sea en pretemporada, con un equipo nuevo, con las selecciones, y da igual la edad que tengan, planteamos una serie de ejercicios para la mejora individual, que más adelante nos llevarán a la mejora colectiva. Ejercicios basados en bote de balón (con o sin adversarios, tomaremos como adversarios a los siempre estáticos conos),  de pase (en parado o en movimiento), de tiro (desde una misma posición, tras desplazamiento, con oposición).
Sr. Pérez
Cada uno tendrá en mente más de cien ejercicios con lo que conseguir esa mejora que nos lleve a obtener esa progreso final que es el objetivo único del entrenamiento. Al entrenamiento no se va a pasar el tiempo con los amigos y luego ya competiremos el fin de semana en el partido. Al entrenamiento se va a mejorar cada día algo nuevo, y si nuestro jugador vuelve a casa sin haber aprendido algo nuevo o sin practicar aquellos que sabemos de lo que adolece, iremos pasando  las horas, los días, los meses y semanas, sin ver esa mejora que vamos persiguiendo y por consiguiente perdiendo nuestro tiempo y haciéndoselo perder a ellos.
                 
              Antes de nada de esto yo propongo una tarea más sencilla, pero a la vez más aburrida si no se le crean los suficientes alicientes. A la pregunta tan llevada de boca en boca por todos los entrenadores de: “Mi jugador lo hace todo bien, ¿entonces por qué no es capaz de coger un pase en carrera y anotar?”. La respuesta es sencilla. ¿Cuánto tiempo le dedicamos a la técnica de carrera del jugador? ¿Cuánto a la coordinación? A menudo nos encontramos auténticos atletas en las pistas pero con una pésima coordinación. Jugadores con un salto impresionante, cuyo balón no ve ni de lejos el aro. Auténticos acróbatas de las pistas capaz de meterlas hacia abajo y que luego fallan las canastas más sencillas.
                   
               Algunos de esos defectos se podrían solucionar si dentro del trabajo de pretemporada se prestase atención a la coordinación.
                  
           Hay otros casos de jugadores que no saben desplazarse por la pista simplemente porque no saben correr, que no saben hacer un desplazamiento lateral, que no saben correr hacia detrás, porque nadie se dedicó nunca a enseñarles a correr, porque eso es algo que ya se debe saber. Un entrenador nunca debe dar nada por sabido, nada por aprendido y nada por asimilado sin que lo haya puesto en práctica o visto con antelación.
 
                  Algunos ejercicios que deben formar parte de nuestro trabajo diario son:
-        Talón – punta
-        Skiping
-        Talones a los glúteos
-        Batidas
-        Zancadas o segundos de triple
-        Skiping a una pierna
-        Talones a una pierna
-        Desplazamientos laterales sin cruzar piernas
-        Desplazamientos laterales cruzando piernas
-        Escaleras de coordinación

Todos estos ejercicios cuidando al máximo los detalles (pisada de metatarso cuando se requiera, movimientos de brazos coordinados con los de las piernas, etc)
Y para que todo este trabajo se vea reflejado con el verdadero componente de este deporte, podemos hacerlos a modo de calentamiento durante la temporada metiendo el elemento estrella de este deporte como es “EL BALÓN”.

Un café con D. Álvaro Pérez


MI EXPERIENCIA

                  A través de estos escritos, que aparecerán en el blog de mi buen amigo Carlos, solo pretendo hacer un pequeño recorrido a través de los 24 años que le he dedicado al mundo del deporte en las especialidades de Atletismo y Baloncesto.

                  Se tratan de opiniones personales basadas en charlas con amigos, con jugadores, con entrenadores, con directivos, con padres. No es la panacea de la psicología ni de la metodología del entrenamiento, ya que no soy psicólogo y fui un pésimo entrenador. Pero si con estas pequeñas exposiciones podemos crear un punto de partida o incluso de discrepancia, por qué no, que nos ayude a pensar dónde estamos y hacia dónde queremos encaminar nuestros pasos.

                  Empezar a entrenar con miedo siempre nos lleva a ser miedosos el resto de la vida. Aunque creamos que evolucionaremos con el paso del tiempo, lo cierto es que un buen día llegan aquellos fantasmas del terror a tu mente. El mayor miedo que tiene un entrenador es la derrota. Y creo que ese no debe ser el mayor temor. La única duda que debe acompañarnos durante toda nuestra vida es el de no hacer bien nuestro trabajo. Pero para llegar a ese punto debemos saber cuál es el trabajo que pretendemos realizar. Sé valiente en tu trabajo. No dudes porque si lo haces, acabarás transmitiendo tus dudas.

                  En distintas charlas con colegas de afición siempre tuve y mantengo una verdad absoluta. Si cogemos a un crío de 10 o 12 años y lo exprimimos al máximo, apenas tenga unas mínimas cualidades, haremos de él un campeón. Pero tendremos un campeón a corto plazo. A la vuelta de un par de años o tres, tendremos un juguete roto. Una persona a la que le inculcamos solo el espíritu de la victoria, sin olvidar que para llegar arriba es mejor subir escalón a escalón que no hacerlo de una vez y con un gran salto. Piensa siempre que un crío no es un adulto de menor tamaño, es una persona que necesita seguir creciendo. No apliques a los niños el entrenamiento de un adulto con menores repeticiones, porque estarás aplicando cargas equivocadas en períodos equivocados y sin los descansos necesarios.

                  La próxima semana, un poco más.