Tu gritas, yo enseño

Uno de los principales medios que debe generar un entrenador/educador deportivo es un clima positivo para el aprendizaje. 

La convicción del entrenador duro como el de Marks Lenders, dista mucho de los métodos que deben emplearse para crear un clima favorable para que el jugador progrese.

Detallaremos algunas estrategias para crear ese ambiente positivo de aprendizaje.


* Empleo de las recompensas y evitar los castigos.

Que tire la primera piedra quién esté libre de ordenar a sus jugadores a realizar líneas, por no hablar de aquellos que utilizan las gradas como medio de castigo físico o lo que es peor, de "preparación física". 

El primer punto a clarificar es el de la más que demostrada validez del refuerzo positivo como mejor herramienta para que se repita una conducta. Los sistemas de recompensas son el mejor camino para obtener resultados en el aprendizaje.

Olvida el castigo y fortalece las recompensas.


* Asegura que todos tus jugadores podrán ser reforzados en alguna situación.

Debemos mantener motivados a todos nuestros jugadores para que continúen creciendo como tales, por ello debemos diseñar situaciones o formular refuerzos en función de las competencias de cada jugador. De no ser así es posible que sólo los jugadores o quizás sólo algún jugador reciba elogios del entrenador.

Este diseño y organización de los diferentes refuerzos es una tarea difícil pero esencial durante el proceso de formación del jugador. Como entrenadores/educadores deportivos, no podemos obviarla y debemos trabajar en "casa" para mejorar nuestra competencia en este ámbito.


* Establecer los criterios de  recompensas como los castigos al inicio de temporada.

Que el jugador sepa de antemano qué está bien y qué está mal es premisa obligada para un buen desarrollo de la temporada.

Ir cambiando de criterio cada sesión, modificando valores o alternando filosofías; no creará más que un clima de inestabilidad en el grupo, además de perderse la credibilidad del entrenador.




BURRO QUE LLEVA LA CARGA A FUERZA DE PALOS..... MALO, MALO, MALO
OLVIDA EL CASTIGO, SE POSITIVO



plan Renove


  La orden 5 de septiembre del presenté año, establece un nuevo currículo para el bloque común de las enseñanzas deporte Rivas en régimen especial. Este cambio ordena la inclusión de una materia hasta ahora totalmente desconocida para todos l os entrenadores, el deporte adaptado.

A partir de la fechas, la inclusión de la materia de "actividad física adaptada y discapacidad" será una de las novedosas pero imprescindibles áreas de conocimiento que deberá adquirir todo aquil que desee ser entnador.

Me pregunto, ¿qué conocemos sobre el deporte adaptado del baloncesto en silla de ruedas?


¿Serias capaz de desarrollar una sesión adaptada?


Vamos a intentar resolver estas cuestiones en diferentes post en los que iremos adquiriendo nociones básicas sobre este, nuestro deporte.



Hoy os dejare una sesión tipo de preparación Física.



Calentamiento

5 minutos de calentamiento más dominio de silla



Estimulo
Pases con balón a compañero

Ejercicios libre de ambientación y motivación hacia la sesión

Uno adelante arrastra al resto del grupo. Cambio de roles continuo

Ejercicios creativos 

Slalom en circuito con y sin balones



Coordinación

Juegos predeportivos

Situaciones reducidas de juego modificado de baloncesto

Juego predeportivos. Balón tiro.



Final

5 minutos de dominio de silla

3 minutos de streching 

Ducha



MÁS VALE LA PRÁCTICA QUE LA GRAMÁTICA

NO NOS QUEDEMOS EN LOS TEXTOS, COLABORA CON EL DEPORTE ADAPTADO.



Un café con D. Álvaro Pérez


MI FAVORITA
Siempre la misma historia. La misma pregunta. El mismo comentario. Tal jugadora es la favorita del entrenador. Con ella se ríe más. A ella le grita menos. Es su mejor amiga. Tal vez la capitana. Al final de cada entrenamiento se queda con ella más tiempo practicando o enseñándole cosas. Todas la llaman la favorita.
 
Pero la cosa es más sencilla. Yo os diré cual es mi favorita. La conocí hace un tiempo. No sé si hace 20 años o hace un par de meses.
 
Cuando la veo, los ojos se me encienden. Me pongo muy contento. El corazón se me revoluciona. 
Cuando la tengo a mi lado, siento un extraño cosquilleo en la barriga. Quiero acariciarla, pero sin embargo debo permanecer alejado de ella para que no se me note demasiado. Nos miramos de reojo. Sé que está cerca de mí pero a veces, cuando voy a alcanzarla, se me escapa. Cuando está a mi vera, soy la persona más feliz del mundo. El día que viene a mí, paso media noche pensando en ella.
 
¿Ya la habéis descubierto? ¿Rubia o morena? ¿Alta o baja? ¿Lista o torpe? Frío, frío. Va más allá de todo eso. Más allá de sonreírle a una compañera. De hablar con aquella que sabemos que lo necesita. 
De pasar unos minutos más con quien te demanda cosas por aprender. De quien sabe aceptar una crítica y te lo agradece, y de quien sabe aceptar una alabanza y no se lo cree. Va más allá de jugar mucho o pocos minutos en los partidos. De que se le olvide o no felicitarte por tu cumpleaños o el día de tu santo. 
Va mucho más allá de todo eso. 
Favoritas sois todas. 
Pero hay una por encima de todas.
 
Mi favorita es: la victoria

Sobre como utilizar los reforzadores y corregir errores...

Para desarrollar o consolidar las conductas que como entrenadores consideremos más apropiadas, utilizaremos una de las técnicas psicológicas más eficaces, el reforzamiento.

En futuros post, valoraremos que conductas son las que como entrenadores debemos reforzar y, las clasificaremos en función de determinadas variables.

Un primer paso para reforzar una conducta es determinar de antemano cuál debe presentarse y en qué contexto.

A partir de este primer paso, como entrenadores debemos valorar si queremos reforzar esa conducta, sabiendo de antemano que cuanto más inmediato sea el reconocimiento, más poderoso resultará.

Buceta nos señala el procedimiento "Sandwich" para la corrección del error y el uso de los reforzadores.

La corrección del error (el queso del sandwich) está rodeada de dos comentarios positivos:

* un comentario sobre algo que ha hecho bien el jugador

* el reforzamiento de la acción bien hecha (el pan del sandwich).


Por lo tanto la organización es la siguiente:

- Reconocimiento de algo positivo realizado por el jugador

- Corrección del error (explicación, demostración y realización de la conducta deseada)

- Reforzamiento de la conducta correcta



COMETER UN ERROR Y NO CORREGIRLO, ES UN ERROR MAYOR
PRIMERO DEBES SABER QUE CORREGIR Y LUEGO COMO CORREGIRLO

Un café con D. Álvaro Pérez


EL VESTUARIO

                  Para alguno es solo ese lugar donde los jugadores se cambian antes o después de terminar un partido. ¿Pero es realmente solo un habitáculo donde cambiarse de ropa o asearse?
                
                 Si los vestuarios pudiesen hablar seguro que contarían muchas historias. La ventaja de empezar como yo empecé, entrenando al equipo de un colegio, y hace ya tanto tiempo, es que el vestuario era el propio campo de juego. Las jugadoras ya venían cambiadas de su casa. Las que necesitaban ponerse algo de ropa, entraban en los servicios. No había charlas técnicas. No hacía falta motivarlas. Lo único que había que decirles es que no fueran todas detrás del balón. El grito que más se escuchaba en el campo era: “CADA UNA A LA SUYA”. Ganar o perder no importaba. Todas querían jugar todos los minutos. Después de una derrota, estaban los padres en la grada, orgullosos del partidazo que hizo su hija, por el mero hecho de que tocó un balón el tiempo que estuvo en pista.
                 
               Al finalizar el partido todas se abrazaban. Los padres te felicitaban, muchas veces sin saber por qué. Los entrenamientos eran entrar a canasta por la derecha, por la izquierda y partidillo. Enseñábamos las reglas de juego a unas jugadoras que eran igual de grandes que el balón con el que jugaban.

¿Y sabéis qué? Que veinticuatro años después mi último partido no distó mucho del primero. No entré en el vestuario. No me preocupé si las jugadoras llegaron a tiempo o tarde. No hubo charla técnica antes del partido. El resultado no me importó durante los cuarenta minutos que duró el partido. Al acabar el mismo, algunos padres me felicitaron sin que yo supiera el por qué.

Ese fue el día en el que me di cuenta de que el vestuario ya no me quería. Que esas cuatro paredes que tantas y tantas veces me habían visto preocupado, triste, alegre, impasible, histérico, acelerado, templado, contento o dolorido, ya no me decían nada. Recogí mis cosas y desde entonces me dedico a escribir en el blog de mi amigo Carlos.